Todos los seres humanos nacemos conectados a nuestra madre a través del cordón umbilical y aunque en el momento del parto se corta dicho cordón, nuestra conexión con nuestra madre se mantiene presente y latente durante toda nuestra vida.
Esto nos demuestra que los seres humanos no somos seres aislados, individuales, sino que somos seres conectados a los demás a través de diferentes vínculos físicos y emocionales. Las conexiones primarias corresponden a nuestro círculo más cercano, más íntimo, donde el afecto es el sentimiento más valioso, por ejemplo, nuestras conexiones familiares y amorosas. Las conexiones secundarias son aquellas que se dan para satisfacer nuestras necesidades, donde la comunicación efectiva es clave para relaciones armoniosas, por ejemplo, nuestras conexiones laborales y sociales.
Aristóteles dijo “El hombre es un ser social por naturaleza”, somos seres conectados y necesitamos fortalecer esta característica social para vivir en armonía y equilibrio. Según Aristóteles se “es” en tanto se “co-es”, cada uno de nosotros es un ser multidimensional y cuando estamos en armonía con nosotros mismos permanecemos en armonía con los demás (coexistimos). Para evolucionar como sociedad debemos mantener una comunicación fluida y en equilibrio.
Un hombre aislado no puede desarrollarse plenamente como persona y por eso nuestra tendencia a agruparnos. Las redes sociales se expandieron por esta necesidad de conectarnos. Permanecemos en la búsqueda de nuevas formas de comunicarnos y convivir en sociedad. Para que la comunicación y la convivencia se den en un ambiente de paz necesitamos tener presente valores como: el respeto (capacidad de reconocer, apreciar y valorar a los otros siendo conscientes que todos somos valiosos y diferentes, reconociendo que es una relación en doble vía que implica derechos y deberes), tolerancia (capacidad de reconocer a los otros como seres diferentes a mí, lo cual me permite conectar desde la empatía, la compasión y el amor), equidad (capacidad para tratar a los otros de forma igual sin distinción de su historia, creencias, pensamientos y contexto), paz (capacidad para convivir en armonía y equilibrio con nosotros mismos y con los demás), honestidad (capacidad para relacionarnos a través de la confianza que genera la sinceridad con nosotros mismos y con los demás), coherencia (capacidad para relacionarnos con nosotros mismos y con los demás de forma congruente entre lo que pienso, lo que digo, lo que siento y lo que hago), lealtad (capacidad para ser fiel con los valores que tenemos que nos permiten conservar relaciones sólidas).
Es por esta razón que en Corazón de Niño® las conexiones efectivas son abordadas a través de nuestro entorno de trabajo CAFÉ que conecta en el Aquí y el Ahora a las personas desde la empatía, la compasión y el amor para vivir relaciones humanas en paz y equilibrio. De esta forma mi cargo en la empresa es Gerente de Conexiones porque a través de los procesos de aprendizaje que he tenido en mi vida genero conexiones efectivas, conexiones de valor entre las personas que acompañamos en nuestros diferentes procesos.