Cuando a los seres humanos nos preguntan cómo estamos, respondemos “bien” o “mal” u otra posible respuesta, que refuerza nuestro sentir de cómo nos sentimos con la vida en general, o cómo nos sentimos en un momento determinado con nuestra vida o con algún elemento de ella.
Bien-Estar se asocia con plenitud, con sentirse bien con uno mismo, con sentirse contento con la vida que tenemos. Se asocia también con un grado de satisfacción personal por todo lo que se es y se posee en la vida.
Para conocer más sobre Bien-Estar, citaré a tres autores reconocidos:
En primer lugar, Aristóteles, filósofo con una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente, quien define al ser humano como un animal racional constituido por cuerpo y alma que desea saber y ser feliz. La experiencia es la fuente del conocimiento y la felicidad se proviene de la virtud propia del alma humana. En la Metafísica, Aristóteles enfatiza al ser en acto (sustancia como se presenta) y en potencia (sus capacidades de ser). Aristóteles entiende el cambio y el movimiento como “la actualización de lo que está en potencia”. Según Aristóteles el ser humano:
1. Persigue la realización del verdadero potencial individual.
2. Busca conocer las cualidades personales, cultivarlas y vivir de acuerdo a ellas.
3. Establece un compromiso consigo mismo para una vida con sentido y propósito.
En segundo lugar, Abraham Maslow, psicólogo y uno de los principales exponentes de la psicología humanista,
clasificó las necesidades humanas en el siguiente orden de acuerdo a la prioridad en la que deben ser resueltas:
1. Necesidades básicas que todo ser humano debe suplir para vivir, como la alimentación.
2. Necesidades de seguridad y protección, como la vivienda, el empleo, la salud.
3. Necesidades sociales, como la amistad y el afecto.
4. Necesidades de reconocimiento, como el éxito profesional.
5. Necesidades de autorrealización, como la libertad financiera.
En tercer lugar, Martin Seligman, psicólogo con gran influencia en la psicología positiva, habla sobre la auténtica felicidad y la describe en el siguiente orden:
1. La vida placentera, relacionada con la alegría, la gratitud, la inspiración, que son necesarias para el desarrollo de la felicidad.
2. La vida comprometida, que nos lleva a ser quienes aspiramos ser en la vida, utilizando nuestros recursos y capacidades para lograr un objetivo determinado.
3. La vida con significado, que es estar al servicio de algo más grande que sí mismo, que mejore el mundo y a las demás personas.
Como nos podemos dar cuenta, al Bien-Estar se le asocia con bienestar subjetivo, calidad de vida, felicidad y satisfacción con la vida. Lo que sí es común en estos autores es que el Bien-Estar está estrechamente relacionado con las capacidades de los seres humanos y con la búsqueda de una vida con sentido, con significado o con propósito.
Es por esta razón que en Corazón de Niño® empleamos una metodología propia, a través de la cual acompañamos a las personas en la búsqueda de su Bien-Estar como seres humanos. Compartimos conceptos claves y herramientas prácticas para desarrollar y fortalecer nuestras capacidades exponenciales, que nos permiten experimentar y sentir que nuestra vida se conecta con el propósito que tiene nuestra alma.