Hay lugares que se tornan mágicos, por eso amo destinar un espacio de conexión en mi hogar. Realmente en todo lugar nosotros podemos conectarnos, sin embargo, me llena de más luz poder realizar mis sesiones de auto-Reiki, conversaciones con Dios, meditaciones u oraciones acompañada de elementos que vuelven aún más íntimo ese momento.
Detallar exactamente qué cosas serían absolutamente infaltables para ese momento, sería tener una lista tal vez interminable, sin embargo, soy de las personas que les gusta cambiar, así que este espacio lo transformo constantemente y sumo o resto detalles en ese espacio.
Me gusta usar velas, veo reflejada allí la luz, es una conexión maravillosa con el presente. Siempre tengo una intención al momento de encenderla.
Los cristales también llegan a ocupar su lugar, me parece bastante poderosa su energía y me gusta combinarlos acorde a la intención con la cual voy a trabajar.
Con las plantas también tengo mi conexión especial, me gusta muchísimo limpiar el espacio usando la salvia blanca. Usar las plantas como infusiones, acordes a sus propiedades, es maravilloso también.
Los aromas pueden ser de mis preferidos. Los aceites extraídos de cortezas, flores o frutos tienen bastante poder energético y son amigos del cuerpo y la mente, la vida es bastante agradable junto a ellos. Los uso para recargar o alivianar la energía, según sea el caso.
El sonido es una compañía perfecta, las sinfonías o música de alta vibración me permiten conectarme más con mi maestro interno. Le genera estímulos al cerebro para esa mayor conexión y apoya la relajación requerida para ese momento. Para quienes tengan cuencos o instrumentos que puedan elevar la frecuencia, los invito para que los vinculen a este espacio.
Este entorno también me parece bastante apropiado para la lectura, y nutrir tu ser con excelentes libros es maravilloso, cuando lo acompañas de elementos que potencian la conexión con tu interior.
En mi caso, los símbolos Reiki siempre están allí, con cada intención a trabajar escojo los símbolos para acompañar, con el fin, que la energía vital universal se potencie en este lugar.
A mi esposo y a mí nos acompaña Jesús, sea en imagen u oraciones dentro de este espacio, los ángeles y arcángeles, incluso con Buda sentimos una admiración especial. Sentimos que para todos ellos la enseñanza que traen para nosotros es brindar amor incondicional, por eso nos conecta sentirnos acompañados con ellos.
Hay señales importantes, y lo sentimos a través de las plumas, cada que aparece una de ellas, también las usamos dentro de este espacio.
El correr del agua, a través de alguna fuente, en ese espacio lo complementa en gran medida. Nos permite vibrar con los 4 elementos en ese lugar.
Uso elementos que representen los puntos energéticos principales o chakras, me parecen una gran ayuda para equilibrar el lugar.
En otros momentos también uso sal rosa del Himalaya o mi lámpara de sal del Himalaya, son transmutadoras de energía de forma maravillosa.
Busco que el espacio no se sienta saturado, física y energéticamente. Muevo, pongo en su lugar cada cosa, saco los elementos que siento no corresponden al momento. Lo más importante es que tú te sientas enlazado con el espacio, que te permitas sentir con que lo quieres acompañar. La finalidad de crearlo es sentirte apoyado por el entorno, para regalar más luz a esos momentos de conexión.
