Los chakras son los centros magnéticos vitales del ser humano, su energía se distribuye por todo el cuerpo; los 7 chakras principales se ubican desde la base de la columna vertebral y suben hasta la coronilla.
Cada uno de estos puntos tienen un nombre, un símbolo diferente, un color representativo, una energía que activa ese punto específico, que luego se expande hasta completar su energía a todo el campo energético que nos cubre.
Esta es otra de las formas de comprobar que no existe un solo punto que no sea sensible a la energía, todo es energía.
Resulta que cada chakra logra su tamaño acorde al desarrollo espiritual y de allí provienen las vibraciones que cada ser vivo emite, a mayor espiritualidad, cada chakra posee un mayor tamaño.
Al usar un color en particular, te ayuda para atraer la frecuencia de ese chakra a tu vida, y podemos identificarlos de la siguiente manera:
Primer chakra, chakra básico o chakra raíz, lo activa la energía de la supervivencia y lo bloquea el miedo, puedes trabajarlo con el color rojo y usando aceite esencial de sándalo.
Segundo chakra, chakra sacro, lo activa la energía del placer y lo bloquea la culpa, puedes trabajarlo con el color naranja y usando aceite esencial de naranja.
Tercer chakra, chakra plexo solar, lo activa la energía de la fuerza de voluntad y lo bloquea la vergüenza, puedes trabajarlo con el color amarillo y usando aceite esencial de romero.
Cuarto chakra, chakra corazón, lo activa la energía del amor incondicional y lo bloquea el dolor o tristeza profunda, puedes trabajarlo con el color verde o rosado y usando aceite esencial de menta.
Quinto chakra, chakra garganta, lo activa la energía de la verdad y lo bloquea la mentira, puedes trabajarlo con el color azul claro y usando aceite esencial de manzanilla o geranio.
Sexto chakra, chakra entrecejo o tercer ojo, lo activa el discernimiento y lo bloquea las ilusiones, puedes trabajarlo con el color azul índigo y usando aceite esencial de incienso.
Séptimo chakra, chakra corona, lo activa la energía vital y lo bloquea los apegos, puedes trabajarlo con el color violeta y usando aceite esencial de jazmín o lavanda.
El equilibrio se logra cuando liberamos bloqueos energéticos y permitimos que la energía fluya entre los chakras, teniendo la conexión con la tierra a través de los tres primeros chakras, teniendo la conexión con el cielo a través de los últimos tres chakras y, activando la energía de sanación a través del chakra corazón, que a su vez tiene la función de unir la energía entre el cielo y la tierra dentro de nosotros.
