Todos vivimos en sociedad, y muchas personas creen que para ser aceptados por otros, deben buscar la aprobación de los demás, aun cuando eso signifique cambiar lo que para cada uno genere felicidad, es ahí donde comienza el camino, donde cualquier tipo de relación que sostenemos se torna poco sincera y con una gran falta de agradecimiento.
No esperar la aprobación de los demás significa ser auténtico, disfrutar de lo que quieres realmente hacer, ser honesto contigo mismo, lo cual no se trata de ser indiferente con lo que sienten los otros, mucho menos pasar por encima de los demás, simplemente tomar decisiones que te generen bienestar.
Cualquier tipo de relación, de pareja, amistad, familiar, laboral o de cualquier otro tipo, se basan en la confianza, un valor que como sociedad se ha venido perdiendo y que cada uno de nosotros podemos cultivar para que resurja nuevamente. Donde se deteriora la confianza, la reconstrucción puede lograrse si ambas partes se lo proponen, pero cuando simplemente se emitan juicios, sin revisar que ha aportado cada uno a la relación, entonces no hay vuelta atrás, permitiríamos en ese caso que el ego tome posesión y solo tenemos señalamientos que no permiten volver a construir la confianza.
El criterio al momento de tomar decisiones es bastante importante, siempre hay que dejar relucir tu esencia, porque debe ser con bondad, agradecimiento y empatía, jamás con irreverencia. Como sociedad nos han enseñado a razonarlo todo, pero la realidad se encuentra en que cualquier tipo de decisión debe basarse en la honestidad contigo mismo, qué quieres hacer, y tomar la decisión que te genere paz, lo que te dicta el corazón.
Para tomar decisiones propias sin esperar la aprobación de los demás, te invito a aplicar en tu vida los siguientes pasos:
- Reconocer la falta de amor propio: El amor propio es quien nos da la fortaleza para ser honestos con nosotros mismos. Aumenta tu capacidad para apreciar lo que haces y valorar lo que eres.
- Vivir aquí y ahora: Centrarte en tu propia esencia, viajar al centro del corazón para escuchar cual es la decisión que efectivamente te genera paz.
- Abrazar los propios ridículos: Así como cada uno de nosotros tiene unas brillantes fortalezas, también busquemos abrazar nuestros ridículos, soltar cualquier vergüenza que lleguemos a sentir porque cada uno de nosotros somos únicos.
- Fortalece la confianza en ti: Esto con el fin de poder expandir la confianza a las demás relaciones que sostienes.
- Ama tus relaciones: Cada una de las relaciones tienen un aprendizaje detrás de sí, bríndales confianza, amor, respeto, y no las juzgues, trátalas con compasión.
La idea es que centremos la atención en nuestro interior, no en el exterior.
