Hoy los cristianos celebramos la Navidad y, en esta fecha nos reunimos en familia para compartir el nacimiento del Niño Dios, como tradicionalmente lo llamamos en Colombia. Mi invitación en este día, es que compartamos con todos nuestros seres queridos y con aquellas personas que son muy cercanas a nosotros en amor y unidad.
Si en este día queremos darle un regalo a nuestro Padre Creador, el mejor regalo que podemos ofrecerle es el renacer de nuestro Niño Interior en cada uno de nuestros corazones. Este renacimiento significa recordar quiénes somos realmente y, recordar que somos más que un cuerpo físico: somos esencia. Y es precisamente nuestra esencia la que le da significado y sentido a nuestra vida, dado que todos tenemos un propósito que cumplir que a veces olvidamos, por estar pendiente de nuestro exterior, creyendo que allí se encuentra nuestra paz y felicidad.
En este día quiero invitarte a que le des el mejor regalo que tu Padre Creador podría recibir de parte tuya: permite que en tu corazón renazca tu Niño Interior, para que así te reconectes con tu Fuente divina, quien está esperando siempre con los brazos abiertos el instante en el cual cada uno de nosotros regresemos a nuestro hogar. Este hogar es un estado mental, en el cual se logra la paz interior de forma permanente, lo cual nos permite deshacer las ilusiones que el mundo nos presenta como ciertas.
Si en tu vida no experimentas una sensación de paz y felicidad permanente, entonces debes hacer un alto en el camino, para cuestionar si las decisiones que tomas en tu vida las haces a través de la lógica y de lo que te orienta tu ego, por lo cual no podrás llegar a experimentar de forma permanente este estado de dicha y plenitud. Al hacer un análisis de tu vida, si tu decisión es sentir la paz de forma permanente, entonces te invito a cerrar tus ojos para que te conectes con tu interior y, así permitas que en tu corazón renazca tu Niño Interior, quién recupera la alegría, la honestidad, la bondad que se pierde cuando nos volvemos adultos responsables y, guiamos nuestro actuar por las leyes del mundo que vemos.
Tu Niño Interior te dará la magia que buscabas para disfrutar de una vida en propósito, una vida con significado, que te permitirá experimentar y conocer lo que es en realidad el bienestar y la felicidad.
Todos SOMOS LUZ, sólo es cuestión de que permitamos que nuestra llama interior que se encuentra en nuestro corazón, cuidada por nuestro Niño Interior, alce su llama y su intensidad para que así alumbre nuestro camino y, el de las personas con las que compartimos a diario, para que todos juntos regresemos a nuestro hogar.