La próxima semana en Corazón de Niño® retomamos los grupos con los que estamos compartiendo Un Curso de Milagros, y esto me inspira para compartir sobre el tema del que les quiero compartir el día de hoy: la Unidad.
Muchas personas que me conocen ya me han escuchado decir en numerosas ocasiones: “todos somos UNO”, y es precisamente sobre esto que quiero hablar en este artículo.
Hemos escuchado la frase “la unión hace la fuerza” y, en efecto, nuestra fortaleza como seres humanos radica en la unidad que todos somos como humanidad (humanos en unidad), además en la unidad de los diferentes grupos de los cuales hacemos parte (en el trabajo, en nuestra vida social), e incluso en la unidad de las relaciones que sostenemos con otras personas, como nuestra pareja, nuestros padres, nuestros hermanos, etc. En el momento que creemos que somos entes separados y aislados, es cuando experimentamos conflicto en nuestras relaciones, es cuando nos volvemos débiles y estamos vulnerables a que la oscuridad nos atrape en sus sombras.
Como seres humanos somos seres sociales y, una de las necesidades que buscamos satisfacer es la necesidad de sentirnos parte de algo, sentirnos queridos, amados, reconocidos. Diariamente, estamos interactuando con muchas personas con las cuales estamos conectados desde nuestra esencia, que nos une a un mismo origen y una misma Fuente como especie y, lo que percibimos como diferente son sólo las formas que vemos con los ojos de nuestro cuerpo físico. Sin embargo desde nuestra esencia todos fuimos creados a imagen y semejanza de nuestro Creador y todos compartimos un mismo propósito: ser felices. Lo que cambia y es diferente para cada uno, es el proceso de crecimiento y aprendizaje que debe llevar a cabo en su proceso de evolución y de desarrollo de la consciencia.
Hemos escuchado muchas veces también la frase “la verdad os hará libres” y, es precisamente porque la verdad es una sola, sin opuestos, por lo cual, al conocer la verdad, nos libera de las ilusiones que en algún momento podamos creer y defender como si fueran ciertas. De esta forma, si la unidad es fortaleza y la verdad nos hace libres, podría concluir que la unidad nos hace libres, dado que en esta condición reconocemos el Ser que en verdad somos y reconocemos que juntos recuperamos nuestro valor como seres humanos. Todos somos UNO y, compartiendo en Amor Incondicional, nos conectaremos con nuestro propósito de vida de ser felices. La felicidad es libertad y juntos accedemos a ella.
Te invito a que reflexiones sobre tus diferentes relaciones y, te preguntes si quieres experimentar interacciones armoniosas y en paz, que te brinden un estado de bienestar, de paz interior. Si esto es lo que quieres en tu vida, entonces te invito a que reconozcas el poder de la unión y que si se presenta una situación de conflicto y separación, hagas lo necesario para perdonar y superar dicho conflicto para que sólo experimentes armonía, unidad, bienestar, paz, felicidad.
