Bienvenido este nuevo año, un reto para todos frente a los aprendizajes que están por llegar y que me emociona saber que desde Corazón de Niño® vamos a acompañarlos.
La vida está compuesta de retos, que como seres humanos debemos comprender explorándonos desde el interior, y es precisamente una decisión viajar hasta nuestra esencia para que los aprendizajes sean interiorizados y seamos cada vez más conscientes.
Sanar es algo que todos como almas venimos a vivir, en ese viaje al interior encontramos que muchas experiencias se podían tener desde un observador distinto, y vivirse como una experiencia para tu bien mayor; SIEMPRE es para nuestro bien.
Hay muchas formas de viajar a nuestro interior y explorar todo lo que tenemos pendiente por sanar, nuestro ego en varias oportunidades nos hace pensar que ya hemos “superado” ciertas situaciones y, en realidad en nuestro corazón aún no hay una sanación completa. Absolutamente todo se sana con amor incondicional, eso significa que el perdón entra por la puerta grande y ya no genera malestar o dolor las situaciones que hayamos vivido en nuestra vida.
Todo se trata de como vivimos nuestras relaciones. Tenemos relaciones familiares, de amistad, laborales, de pareja, en fin, nuestra vida se basa en cómo sostenemos cada una de esas relaciones y cómo brindamos amor incondicional a todas ellas, donde hay amor incondicional no caben los resentimientos, ni ningún tipo de resistencias.
Obviamente la relación que debemos sanar en primera instancia, es la sanación propia, porque en la medida que tu estés bien contigo, tus relaciones con el exterior se van a fundamentar en el amor y todo se vivirá de manera más agradable en tu vida.
Yo he encontrado muchas formas de viajar a mi interior y encontrar sanación, sin embargo, hoy quiero hablarte de dos de ellas. La primera forma que encontré fue a través de la formación en REIKI, esta técnica milenaria me hizo comprender que la energía que entrego es la energía que recibo, y me permitió ser más consciente de vibrar alto para auto-sanarme física, mental, emocional y espiritualmente.
Y llegó un complemento adicional a mi sanación, se trata de Un Curso de Milagros, y con este pude identificar claramente cuando estoy vibrando desde mi ego y cuando estoy vibrando desde mi esencia. En este sentido, permito conscientemente que cada día me acompañe más la compasión en lugar de la crítica, es decir, ser mas luz que oscuridad.
Te invito a que este año seas consciente que todas las relaciones se sanan en la medida en que tú asumas tu rol responsable con tu esencia, la conozcas y, trasciendas las experiencias que vivimos día a día desde el amor.
Y ahora, te pregunto, ¿Qué estás haciendo este año por ti?